Escribir es una tarea al alcance de todos los que tienen algo que
decir, pero, publicar lo que escribes eso es más difícil, ni las
Editoriales apuesta por la poesía. De todos los géneros literarios el
más denostado es la poesía. Yo me manifiesto en versos porque la poesía
es el lenguaje de lo bello. La poesía es la manifestación de la belleza o
del sentimiento estético por medio de la palabra, por eso hace vibrar
la fibra más sensible de la persona. La poesía rompe con las normas del
lenguaje cotidiano.
En el lenguaje poético el ritmo y la rima se hace melodía, por eso,
la música de la poesía es el lenguaje que he elegido para comunicar
emociones dejándome llevar por las sensaciones y los latidos de cada
momento.
En mi poesía me expreso en un lenguaje diáfano, sencillo y cercano…
Con la dulzura del verso voy desgranando historias cargadas de
sentimientos. Son historias universales donde todo el mundo puede
sentirse identificado, porque en la vida todos sienten y padecen,
disfrutan y sufren, lloran y ríen, aman y aborrecen, por eso la poesía
es el idioma universal.
Tengo publicados seis poemarios donde todas las experiencias y
vivencias tienen cabida. Mis poemarios no son monográficos, aunque el
primero pueda parecerlo porque me vuelco con mi «rincón cumbrero».
En mi poesía afloran mis vivencias y mis credos… No domino la palabra, por eso no plasmo letras sino sentimientos. Mi poesía es libre, a cada latido un verso. El verso es el lenguaje con que mejor expreso mis sentimientos, reflexiones, sensaciones y pensamientos.
En cada obra me muestro como soy, sensible y de verdad, siento la vida y la vivo consciente. Los poemarios llevan impreso el sentir de mi relación con las personas y con el medio que me rodea. Son situaciones que tocan vivir a través de los años: la vida, la muerte, la tierra, la gente, los sueños, el amor, la ternura, la ilusión y también desilusiones…
Flor Cumbrera
Editorial: Autoeditado.
Año de edición: 2002.
I.S.B.N.: 84-607-5608-4.
Nº de páginas: 83.
Nº de poemas: 52.
Ilustración: Paquita Larrosa.
Prólogo: (Martín Moreno) Francisco Martín Pérez García.
Levantar el vuelo
Editorial: Autoeditado.
Año de edición: 2003.
I.S.B.N.: 84-607-7886-X.
Nº de páginas: 84.
Nº de poemas: 54.
Ilustración: Florencio González Galván.
Prólogo: José Luis Cruz González.
Cardo y rosa
Editorial: Autoeditado.
Año de edición: 2004.
I.S.B.N.: 84-609-2203-0.
Nº de páginas: 176.
Nº de poemas: 131.
Ilustración: Pepa Said.
Prólogo: Juan Ramón Tramunt Rubió.
Latidos del alma
Editorial: Puentepalo.
Año de edición: 2009.
I.S.B.N.: 978-84-613-2820-8.
Nº de páginas: 79.
Nº de poemas: 60.
Ilustración: Isabel de la Llave.
Prólogo: Rosario Valcárcel y Luis León Barreto.
Corazón y vida
La vida se vive con corazón y
en el corazón hay vida.
Estos poemas nacen de las emociones
más íntimas, que se suscitan en lo más
profundo del ser y fluyen para hacer
vibrar las fibras más sensibles de quienes
conectan con el mensaje de cada verso.
Editorial: Autoeditado.
Año de edición: 2009.
I.S.B.N.: 84-613-1679-3.
Nº de páginas: 145.
Nº de poemas: 83.
Ilustración: Felipe Juan.
Prólogo: Pedro Ramírez,
Manuel Pérez, Pedro Callicó,
Blas Sánchez, José Miguel Jiménez,
Manuel Ojeda-Deurvan.
Las huellas del tiempo
Llegamos a la vida en un tiempo, sin tiempo.
Mientras vivimos, sin darnos cuenta,
nuestras huellas van quedando tras nuestros
pasos, y esas huellas seguirán hablando de
nosotros a través del tiempo infinito de los tiempos.
Editorial: N.A.C.E.
Año de edición: 2018.
I.S.B.N.: 978-84-947939-2-9.
Nº de páginas: 145.
Nº de poemas: 270.
Ilustración: Arima García.
Prólogo: Juana de la Cruz del Santo,
Francisco Tarajano, Francisco Henríquez, Aquiles García.
Llegamos a la vida en un tiempo, sin tiempo.
Mientras vivimos, sin darnos cuenta,
nuestras huellas van quedando tras nuestros
pasos, y esas huellas seguirán hablando de
nosotros a través del tiempo infinito de los tiempos.
Editorial: N.A.C.E.
Año de edición: 2018.
I.S.B.N.: 978-84-947939-2-9.
Nº de páginas: 145.
Nº de poemas: 270.
Ilustración: Arima García.
Prólogo: Juana de la Cruz del Santo,
Francisco Tarajano, Francisco Henríquez, Aquiles García.